San Miguel Arcangel

San Miguel Arcángel,
defiéndenos en el día de la batalla;
Sé nuestra protección contra la maldad y las trampas del Diablo.
Que Dios lo reprenda, oremos humildemente,
y hazlo tú, oh Príncipe de la Hostia Celestial,
por el poder de Dios, arrojado al infierno,
Satanás y todos los demás espíritus malignos,
que merodean por el mundo,
buscando la ruina de las almas. Amén.

Esta es la versión abreviada de la oración compuesta por el Papa León XIII después de decir la Misa un día en la capilla del Vaticano a la que asistieron algunos Cardenales y otros miembros del personal del Vaticano, después de un dramático incidente. 

San Miguel Arcangel


Estaba abandonando el altar cuando de repente se desplomó y se despertó diciendo: "Oh, qué cuadro tan horrible se me permitió ver."  Había presenciado una lucha entre Satanás y la Iglesia, en la que Satanás se jactaba de que podía destruirla. 

Pero se había sentido aliviado al ver que Satanás no triunfaría porque San Miguel estaría allí para consignarlo al abismo del infierno.  Poco después de esta experiencia compuso esta oración que se solía decir después de cada Misa baja a través del mundo católico.  Nos unimos a las voces de quienes instan a que en la actual "crisis" de este mundo, desde los horrores del aborto a gran escala hasta el borde de la guerra nuclear y el terrorismo desenfrenado, se reintroduzca esta oración.

San Miguel es mencionado en las Escrituras en el Libro de Daniel como "uno de los principales príncipes" que vino a ayudar al gran profeta Daniel contra el rey de Persia.  En Daniel 12 se nos dice que Miguel, "el gran príncipe" que tiene a su cargo el pueblo de Dios, también estará involucrado en la confrontación final al final de los tiempos. 

La tradición asociaba al gran arcángel con el cuidado del árbol de la vida en el Jardín del Edén, administrando las plagas contra el faraón de Egipto y hablando por Dios en la zarza ardiente (según San Gregorio de Nazianzen). 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Rezos a San Miguel

Oraciones a San Miguel